La mesoterapia facial es un tratamiento estético no quirúrgico que implica la inyección de sustancias nutritivas y revitalizantes en la capa superficial de la piel del rostro. Estas sustancias suelen incluir vitaminas, minerales, aminoácidos, ácido hialurónico, péptidos y otros ingredientes que promueven la hidratación, nutrición y rejuvenecimiento de la piel.
Este tratamiento estimula la liberación del contenido de grasa, favorece la microcirculación a nivel vascular y también el drenaje linfático, por lo cuál suele utilizarse en el tratamiento de la celulitis, recuperación capilar, grasa localizada y rejuvenecimiento facial.
En la mesoterapia de rostro se pueden inyectar sustancias solas o combinadas, usualmente las de mayor aplicación son:
Vitaminas: con efecto antioxidante.
Zinc, Selenio y hierro: con un efecto antioxidantes y anti-inflamatorios.
Dimetil-amino-etanol (DMAE): por su efecto hidratante y tensor en la piel.
Ácido hialurónico: por su efecto hidratante que en la piel que favorece su elasticidad y firmeza.
Glicerol: por su efecto hidratante.
Fosfatidilcolina: que actúa sobre las células grasas para eliminarlas.
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¿Cuáles son sus usos?
La mesoterapia facial puede ayudar a mejorar la calidad de la piel, reducir las arrugas finas, aumentar la luminosidad, hidratar la piel seca y revitalizar el aspecto general del rostro. Los resultados suelen ser visibles después de varias sesiones de tratamiento, y se recomienda realizar sesiones de mantenimiento periódicas para prolongar los efectos.
Durante la mesoterapia facial, se utiliza una aguja muy fina para inyectar las sustancias en áreas específicas de la piel del rostro. Las inyecciones se administran en pequeñas cantidades y se distribuyen en toda la zona tratada.
El procedimiento suele ser rápido y se puede realizar en una clínica bajo la supervisión de un médico. christian oyaneder.